Polanco vs. Insurgentes Sur

Por Onel Ortiz.

El clasismo existe. Sus expresiones son muchas. Tras el video en donde una mujer, vecina de Polanco, reclama la instalación de un antro en la avenida Presidente Masaryk y despectivamente lo cataloga como del tipo Insurgente Sur, asoma su rostro una concepción basada en las clases sociales, el color de la piel y los ingresos económicos.
Para esta mujer y quizá para más vecinos, Polanco es para la “gente bien”. He preguntado a personas que viven ahí, qué es una “gente bien”. Las respuestas son ambiguas, temen sincerarse, pero básicamente es una persona de piel blanca, educada y con dinero.
A diferencia de las Lomas o de Palmas, en donde las altas bardas de las mansiones aíslan a sus habitantes o del Santa Fe, en donde plazas, calles y condominios son prácticamente inexpugnables y resulta muy difícil llegar en transporte público, Polanco está cerca del corazón de la CDMX, a lado del paseo de la Reforma, por lo tanto es parte de la dinámica de la Ciudad.
A la mujer del video y los que piensan como ella, incómoda la pobreza; les desagrada escuchar las voces y observar las vestimentas de morenos y mestizos. Que bueno que los pobres vengan a Polanco a trabajar a sus casas y departamentos, a arreglar sus jardines, a servirles en algunos de los restaurantes, a estacionar sus autos, inclusive a pasear los domingos, pero que quede claro. No son de aquí.
Sobre Presidente Masaryk están Louis Vuitton, Cartier, y las principales tiendas de marca. Polanco tiene inmensas mansiones californianas, que ahora funcionan como restaurantes, tiendas y oficinas, exclusivos departamentos y casas; el Parque Lincoln, limpio y bien cuidado. De puertas para adentro es privado. Las banquetas, donde ahora hay muchas terrazas, las calles, parques y jardines, son públicos. Cierto, los vecinos de Polanco pagan predial e impuestos altos, pero mirreynas y mirreyes de Polanco, ni con todos sus ingresos les alcanzaría para cubrir los gastos para mantener esta zona de la Ciudad así. Aunque se enojen, Polanco es patrimonio de la Ciudad y de todo el país.
Escribo estas líneas desde uno de los cafés cerca del Parque Lincoln. Llegue en bicicleta, lo que permite apreciar mejor la arquitectura, las calles y lo que sucede en éstas. Es gratificante ver el mosaico social, cultural y económico del medio día. Aspiro a que Polanco, como toda la ciudad, sea de todos. Debo ser sincero, la mujer del video tiene razón en una cosa, la fachada y decoración del lugar que critica es de mal gusto.
Polanco es hermoso, pero le falta lo que a muchas colonias de la capital le sobra, corazón. Demasiada importancia a la forma y poco fondo. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? De insurgentes Sur luego hablamos.