La figura de Mario Moreno Arcos ha vuelto a ocupar los titulares en Chilpancingo, esta vez con una mirada crítica hacia su historial político marcado por acusaciones de corrupción y gestiones cuestionables.
Como exalcalde, Moreno Arcos ha enfrentado una serie de señalamientos que han generado controversia y preocupación entre los ciudadanos, más ahora que aspira a llegar al Senado de la República.
Durante su carrera política, Mario Moreno Arcos ha ocupado diversos cargos en Chilpancingo, desde la alcaldía hasta posiciones legislativas, sin embargo, su gestión ha estado marcada por acusaciones de enriquecimiento ilícito y vínculos con grupos delictivos como la banda de Los Rojos.
Informes de la Auditoría Superior de la Federación han señalado inconsistencias por millones de pesos sin solventar durante su mandato como alcalde. Además, su nombramiento como delegado estatal del ISSSTE generó controversia al designar a su ahijada como administradora, un cargo para el que no parecía tener la experiencia adecuada.
Los efectos de su gestión también se han reflejado en la calidad de vida de los ciudadanos de Chilpancingo, según estudios que colocaron a la ciudad como una de las peores para vivir a nivel nacional, con deficiencias en aspectos clave como vivienda, movilidad, limpieza y seguridad.
En resumen, la sombra de la corrupción continúa persiguiendo a Mario Moreno Arcos, y la sociedad de Chilpancingo enfrenta las consecuencias de una gestión marcada por la opacidad y el descontento.
En un momento crucial para nuestra sociedad, es fundamental abogar por la transparencia y la rendición de cuentas para construir un futuro más justo y próspero para todos y también exigirle a Movimiento Ciudadano dé la cara por sus candidatos con denuncias.