Ignacio Mier ha tenido una de las posiciones más envidiables en la 4T: ser el Coordinador de los Diputados de MORENA en San Lázaro.
Ignacio Mier ha estado en las “mieles”, coordinando a una bancada mayoritaria como nunca antes en la historia reciente de México. Pero de igual manera es la responsabilidad que trae bajo sus hombros: sacar las reformas del Presidente.
Y en ese sentido, ha quedado a deber. Sobretodo cuando hablamos de las GRANDES reformas de la 4T, como son: Energética, Electoral, eléctrica, y hasta la Laboral, las cuales NO han pasado en el pleno.
La presión sobre Ignacio es cada vez más fuerte y la paciencia se agota. En Palacio Nacional ya no aguantaron más y pidieron la cabeza de Nacho. Pero AMLO es un hombre astuto que no va a darle a sus detractores el gusto de cambiar a uno de los jugadores a medio partido. Por ello, preparó una emboscada, para que caiga por su propio peso.
La reforma electoral que se pretende sea discutida en el próximo periodo de sesiones, ya tiene veredicto: NO VA A PASAR. López Obrador lo sabe y así lo propició.
AMLO solo quiere empujar que los nuevos consejeros del INE sean perfiles afines a la 4T y no más. Usará a Mier como carne de cañón, para sesiones maratónica de discusión para una reporta electoral que NO pasará.
La discusión marcará la enésima derrota de Nacho Mier y lo orillará a salir. ¿Una embajada? No lo sabemos, pero pedirán la cabeza de Mier una vez que concluya la discusión.
AMLO necesita a hombres leales y capaces en la Cámara, previo a la madre de todas las batallas: 2024. Por ello ha preparado una emboscada perfecta, para deslindarse de quien alguna vez, fuera hombre fuerte del PRI. Al tiempo.